Paciencia..

La monotonía me deprime, las colas, la misma gente, la rutina, los horarios. Paso más tiempo atrapada en el tráfico citadino del que quisiera. No quiero más arepas, no quiero más ron. Lo único que me mantiene con ganas de no mandar todo al carajo, es un viaje que por fin se acerca después de haberlo soñado tanto. Antes de dormir no pienso en que mañana lunes voy al dentista o que tengo ocho horas de clases, de las cuales cuatro son de estadística. Me dedico a visualizar las calles parisinas, saboreo las pizzas italianas y siento que huelo desde aquí la humedad de las tardes londinenses. Enamorada de Barcelona sin conocerla aún. Estoy segura que Brujas también me robará el corazón.
Hoy en día no me arrepiento de no haber ido a los quince años como fueron muchas de mis amigas, o en algún verano junto con mi familia. He esperado tanto y lo he reproducido en mi cabeza tantas veces que sé que valdrá la pena la espera.